Refiere una importante fuente en la red que Justicia social es un
concepto aparecido a mediados del siglo XIX, referido a las situaciones de
desigualdad social, que define la búsqueda de equilibrio entre partes
desiguales, por medio de la creación de protecciones o desigualdades de signo
contrario, a favor de los más débiles. De igual manera la justicia social
remite directamente al derecho de los sectores más desfavorecidos de la
sociedad, en especial los trabajadores, y al goce de los derechos humanos
sociales y económicos, conocidos como derechos de segunda generación, de los
que ningún ser humano debería ser privado.
Bien, adentrado en esta conceptualización, parte como criterio, que
el logro de un equilibrio social radica en brindar iguales oportunidades a
todos los ciudadanos, es decir fundamentar desde una cartera de servicios sociales
de calidad, la provisión de un verdadero apoyo que no se encuentre condicionado
desde ninguna perspectiva. Disponer del beneficio social, no puede exigirle a
un venezolano, condicionar su pensamiento y posición política, pues entonces se
estaría cambiando la especificación social, por una, de extraña forma de condición
político-partidista, la cual no debe teñir de colores a las personas.
Es que acaso, los venezolanos que necesitan de un servicio de salud,
entre otros, y sobre los cuales se plantee un justicia social, solo tendrían acceso
aquellos que demuestren una afiliación determinada desde alguna manera?
No es falso, que se ha planteado una polaridad, donde el país se
fractura generando diferencias en un pueblo al cual, se le hace creer que es
una lucha de clases, por ello me pregunto, ¿Que es más importante, lograr el favorecimiento
del país sin distingos (justicia social) promoviendo una visión real, mas no única,
de un nuevo esquema redireccionado, que haría perder peso a las formas
arbitrarias de la sociedad, en lugar que brindar discursos de resentimiento
personales que solo embriagan de irracionalidad a quienes también son
venezolanos de primera?.
La justicia social, permite llevar equidad, no producir nuevos estratos
sociales, no se trata de hacer menos ricos y menos pobres, se trata de la relevancia
de vida que cada uno de nosotros logramos a partir de nuestros propios
esfuerzos y de las oportunidades que pudiera brindar el Estado en su gestión de
país. Debe recordarse que la balanza de la justicia no se doblega a ningún lado
ni a ninguna filosofía o color. Dios les bendiga.