En cualquier actividad
de la vida en ocasiones es bueno preguntarse cuál es la verdadera medida de
nuestra presencia, para ello se ha utilizado un ejemplo que aclara en alguna
medida esa interrogante. Partiendo del hecho de conformar un sustancioso desayuno,
alguien ordeno un par de huevos fritos, tocineta y un vaso de leche, además de otros
contornos, pero veamos lo siguiente, el vaso de leche lo provee una vaca que
luego de ser ordeñada salió a pastar por el potrero restituyendo en su naturaleza
lo que acababa de ofrecer al ordeñador, y se mantuvo con vida para repetir esa
proeza.
En el caso de los huevos
fritos, la gallina con su capacidad fue la responsable de aportar este
alimento, es posible que no fuese un huevo fértil del cual pudiese haber nacido
una nueva vida, y por ello, el granjero día a día los retira para su venta,
pero esa labor de participación en la conformación del desayuno le permitirá al
igual que a la vaca, colaborar todos los días mientras este en su etapa
productiva.
Llegamos al caso de la
tocineta o tocino, este segmento de carne para lograr obtenerse, costó la vida
de un cerdo, quien para poderse involucrar en el desayuno no podrá mantener su
vida, y por lo contrario estará presente en la medida que rinda los kilogramos
obtenidos. Por ello, al ver a estos tres actores establecemos que la paradoja
de la participación fue benévola para el caso de la vaca y la gallina, sin embargo
el involucramiento del cerdo, parece a simple vista de mayor significado pues comprometió
su vida para lograr el objetivo.
En la vida, involucrarnos
o participar no significa perder la vida, es muy importante involucrarnos
ofreciendo lo mejor de nosotros para cumplir con el propósito, en ocasiones
podremos participar, pero en ambos caso es necesario ofrecer la mayor dedicación,
si pensamos así, entonces la familia que tenemos o que tendremos podrá confiar
que no nos limitaremos a una simple acción, que en el mantenimiento de nuestras
vidas, seremos capaces siempre de lograr lo mejor para ellos, y de esa manera
demostrando que se trata de un esfuerzo verdadero, nuestra familia ha de
valorar la situación y comprenderá que nada cae del cielo como regalo.
Por ello apreciados estudiantes,
piensen hoy de qué manera se traduce la vida en la universidad para alcanzar su
meta….están participando o se están involucrando, de eso depende lo que viene
en el futuro inmediato y eso es dentro de pocos momentos. Reflexionen…Dios les
bendiga.