Dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje la evaluación ha tomado una serie de matices diferentes a los que por años convivieron en el medio educativo. En aquellos años donde muchos de mis lectores tal vez no habían nacido, era una situación complejísima el día de la evaluación, por días aquellos alumnos debían estudiar con métodos de amanecidas y compartidas de plaza donde se hicieron tan famosas las sillas extensibles de tela, estas eran un símbolo del estudiante universitario. Pero eso no era todo, la angustia de quien presentaba la prueba era transferida a todo el grupo familiar, desde temprano las madres y las abuelas invocando a Dios para la ayuda divina, hasta les colocaban estampitas o medallitas de santos a los estudiantes para que estuvieran protegidos.
Hoy esos tiempos que fueron hermosos no están tan presentes y viven más en los recuerdos, por eso en la actualidad la evaluación es un sano compartir de experiencias para que el alumno se demuestre hasta donde ha sabido aprovechar la instrucción recibida, de qué manera los recursos dispuestos han sido efectivos y cuál ha sido el papel del docente en el logro del conocimiento. Todo esto girando en un elemento vital del proceso de formación, la responsabilidad y seriedad con la que se asume el poder estudiar, mas cuando recordamos que somos privilegiados ante el hecho que el promedio mundial de la tasa de analfabetismo es de un 24%. La mayoría de los analfabetos se localiza en los países en desarrollo. Los niveles más altos son los de Asia Meridional (51%), África al sur del Sahara (43%) y el Oriente Medio y África Septentrional (40%).
Para el caso de Venezuela, al evaluar el alfabetismo en la población de 15 años y más se estiman 1.112.329 personas que no saben leer y escribir, correspondientes al 6,4% de la población mayor de 15 años y más (17.285.364 habitantes). La mediana de esta distribución está en el grupo de 55 años y más, es decir, la mitad de los analfabetas tienen menos de 55 años.
Por todo esto, vale la pena el esfuerzo, vamos a demostrar que todo el tiempo dedicado y por dedicar es y será rendidor, confrontemos con éxito este requerimiento del saber y aprovechemos todos la imagen que brindarán los resultados, desde este espacio de la enseñanza y el aprendizaje seguiremos en la búsqueda de mejores alternativas y de sus ideas para servirles mejor.
Éxitos…!
