Despejado un complejo momento de la
realidad del país, nos sorprendió sin lugar a dudas el fallecimiento del
Presidente de la Republica la pasada semana, y en anteriores líneas hicimos ver la necesidad de hablarle al
país con transparencia, pues estaba presente la duda de lo que realmente sucedía.
Para el des fortunio el Sr Presidente fallece, dejando un vacio claramente
significativo, y apegados al esquema del
luto por la pérdida irreparable, quienes hemos vivido más de cuatro o cinco décadas
sabemos cómo esto se desenvuelve, en vista que con anterioridad varios ex
presidentes fallecidos fueron objeto de tal ceremonial. He de recordar los actos velatorios del ex
presidente Betancourt en 1981, todo un ceremonial apegado a un protocolo
luctuoso, los honores militares que partían desde el traslado del féretro en
una cureña funeraria donde tirado por caballos se lleva el cuerpo hasta el
sitio de la denominada capilla ardiente, y de ahí todas las consideraciones de
respeto que se daban ante los restos del fallecido.
Aun cuando considero que el tiempo
no pasa en vano, creo que la cultura como expresión del colectivo natural pueda
estar presente como manifestación en todos los espacios de la vida, y si las
personas responsables de este momento doloroso para el país, están seguras que
ese caudal de formas expresivas de amor y respaldo al jefe de estado fallecido
eran necesarias, pues se aceptan y se consideran propias de estos nuevos
tiempos, mas aun si es el pueblo quien las protagonizan.
Sin embargo, mucho antes de
iniciarse el contrapunteo político reglamentario, resultaba ciertamente muy
extraño que se afirmara que el Presidente había trabajado durante horas con su
equipo de gobierno en planes para la nación y discutiendo sobre los avances de
la revolución. Eso brinda muchas dudas, el factor de desgaste del Sr.
Presidente no tendría limites, la cantidad de sedantes para aminorar su estado
de dolor debía inhibirle de cualquier posibilidad comunicativa, mucho mas de
poder estar horas en pleno ejercicio. Pero cuando a todo el país se le insistía
que su llegada era un signo positivo de su recuperación, se nos sobreviene su
lamentable muerte, y es entonces donde nos preguntamos, nos es acaso una mentira
el decir lo que se dijo.
Las propias declaraciones del
presidente encargado, dieron cuenta que durante la campaña electoral, el Sr.
Presidente, padecía de dolores que casi le impedían caminar, y entonces vuelven
las preguntas, ¿Qué era mas importante, ganar las elecciones a costa de la vida
del presidente, o salvar la existencia de un hombre que tanto dio por el país? ¿Quiénes
impulsaron al Presidente a vulnerar sus reposos y en su lugar lo arrastraron a
una campaña de esfuerzo sobrehumano?. Esto me lleva a recordar una de las
escenas de Rocky, cuando en el ring, su amigo Apolo era masacrado a golpes y él
para evitar un fatal desenlace lanzo la toalla en señal de abandonar la pelea,
sin embargo fue algo tarde.
Es por ello que pienso de nuevo en
la importancia que como líder tenia el Jefe de Estado, pero cuantos pensaron en
lanzar la toalla al país, o mejor dicho a la contienda electoral. De cual
verdad se jactan quienes hoy velan su cuerpo si no fueron capaces de cuidarle
aun con la gravedad y pronostico de su enfermedad. El mismo presidente
encargado declaro recientemente que en una concentración política en Caracas,
el Sr. Presidente le pidió que lo sacara de ese sitio pues su dolor físico le impedía
continuar, y por ello creo que ese pueblo que le demuestra en este momento su
afecto interminable debe reflexionar lo que los mismos colaboradores del
Presidente están declarando ahora. No se trata de lo que dice algún miembro de
otro sector, se tratan de las mismas palabras de ellos.
Es vergonzoso y falta de respeto el
juego que han montado, plantearon como una alternativa el llegar a embalsamar
el cuerpo del Presidente, pero para que lo decían, si ya lo habían hecho, ni
siquiera han respetado su factor de cristiano para recibir una sepultura digna,
y demás entre sollozos de amanecido juegan a la politiquería y hasta la posición
sacrílega de llamar al Presidente Chávez el Cristo de América. Nadie dudaría del
papel que ocupo y representara para la historia, pero están construyendo un
culto del cual solo Dios tendrá la última palabra, ojala no sea muy tarde para quienes
vociferan estas señales de irrespeto a la Patria.